"Hola, ¿qué taallll? Muy buenah tarde a todo. Tenemo una notesia durtimora."~Salvador Raya
¡Aquí estoy de nuevo! Antes que nada, debo disculparme por no haber actualizado antes. Entre jaquecas y... cosas no encontraba el momento. Por ahora voy a hacer un pequeño hiatus con respecto al tema de los videobloggers y voy a centrarme un poquito más en otros temas. Concretamente, considero apropiado comentar algún que otro tema de actualidad y daros mi punto de vista, así como alguna teoría propia (conspirativa o no) acerca de dichos sucesos, para hacer la cosa un poco más entretenida. Porque, para enteraros de lo que pasa en el mundo de manera oficial, ya tenéis los periódicos y a Salvador Raya. Yo quiero ir un poco más allá, quiero llegar a desentrañar cómo y en qué nos afecta a nosotros, los jóvenes de hoy en día; que parece que, si no cambia la cosa, lo tenemos muy crudo.
Vamos a empezar fuerte, va. Hablemos del 2012. Concretamente, del 21 de Diciembre. Ya imaginaréis por dónde van los tiros, ¿verdad? El supuesto fin del mundo anunciado por el calendario maya. Pues bien, olvidadlo. La predicción Maya se va a cumplir, sí, pero esta no tiene nada que ver con el fin del mundo. Los Mayas predijeron un alineamiento de los planetas del Sistema Solar que tendría lugar en la ya mencionada fecha. Aquí os dejo un vídeo bastante útil y chachi sobre el fenómeno:
De modo que la cuestión es la siguiente: ¿cómo narices sabían entonces los Mayas lo que hoy sólo hemos podido comprobar mediante el uso de toda serie de artilugios tecnológicamente avanzados? No se sabe. He ahí el verdadero misterio. En contra de lo que se ha promocionado, los Mayas nunca anunciaron un fin del mundo tal cual; lo que ellos entendieron fue que sería una fecha clave durante un proceso de cambio importante. Es decir, sí que podríamos decir, en cierto modo, que anuncian el fin del mundo, pero no es que la Tierra vaya a volar por los aires, sino que el mundo (incluyendo la sociedad) tal y como lo conocemos va a cambiar. Y, en cierto modo, los acontecimientos actuales dan pie a pensar que hay muchas probabilidades de que esto acabe ocurriendo.